por lunaexpaumi | 8 de diciembre de 2013 | Consejos de Salud
CANCER: Preguntas y Respuestas
El tema “cáncer” suscita interés tanto en la población general como en los medios de comunicación ya que la Sociedad en su conjunto reconoce este problema como de los más transcendentes por varios motivos:
Es un tema de salud que afecta a una gran parte de la población y continúa siendo hoy en día uno de los problemas más numerosos junto con las enfermedades vasculares y los accidentes de circulación.
Afecta a individuos de todas las edades, desde niños a adultos y tiene una repercusión de gasto de recursos sociales de primer orden.
Cada vez se conocen más los mecanismos de este proceso anormal en la célula y los avances y nuevos tratamientos son noticia de primera plana en radio o televisión por lo que de esperanza tienen.
Pero no podemos negar que existe mucho mundo desconocido tanto de la enfermedad como de las formas de tratamiento y ello da lugar en ocasiones a enfoques personales o sociales de desconcierto, por lo que intentaremos clarificar algunos conceptos en esta exposición y para ayudar más nos haremos las principales preguntas que en mi opinión se plantean sanitarios y particulares.
1. ¿Es el cáncer una sola enfermedad? NO
La palabra “cáncer” significa cangrejo en griego. Hoy en día sabemos que existen muchas enfermedades diferentes según el sitio del cuerpo donde nacen, según el sexo o la edad de los pacientes. Además estamos desentrañando la base genética de muchos tumores y lo que antes al microscopio parecía todo igual, hoy en día es sabido que las diferentes “marcas genéticas” de cada tumor hacen que se comporten de forma diferente.
2. ¿Hay algunas características comunes y propias de los tumores? SI
Las células del cáncer o de los tumores, como también se llama a este conjunto de enfermedades, tienen tres características: la primera es que están menos unidas entre si que las células normales y por eso tienen tendencia a salir del lugar donde nacieron y extenderse a otro órgano, es lo que se denomina metástasis, la segunda es que se dividen continuamente sin parar y la tercera que viven mucho más que las células normales, son casi inmortales. Todo esto se produce porque en los genes de estas células los mecanismos de control del crecimiento de la célula están alterados. Muchos nuevos medicamentos están influyendo en este aparato genético, sobre todo en los genes específicos que intervienen en el crecimiento de la célula.
3. ¿Se parecen las células de un tumor a las normales? SI
De hecho este parecido hace que sea muy difícil emplear medicamentos para tratar el cáncer porque sobre todo células como las de la sangre o las del pelo o del aparato digestivo que están también dividiéndose continuamente pero de forma controlada se afectan en gran medida por los medicamentos y por eso aparecen los efectos secundarios como las bajadas de defensa, o la caída del pelo o las llagas en la boca. Sin embargo, los científicos conocen algunas diferencias propias de las células del tumor y a partir de ahí se diseñan nuevos medicamentos y tratamientos.
4. ¿Son efectivos los tratamientos para tratar el cáncer? SI
Hoy en día se curan más del 50% de los tumores. En ocasiones cuando hablamos de curar queremos decir que tenemos varios tratamientos para una misma enfermedad y así la podemos convertir en una especie de enfermedad crónica, como está ocurriendo con el cáncer de colon.
5. ¿En nuestro medio existen recursos sanitarios para tratar el cáncer?
España es uno de los pocos países en Europa donde la especialidad de Oncología comenzó a desarrollarse más temprano. Además la estructura de Seguridad Social hace que no existan en nuestro medio ninguna dificultad para conseguir los últimos medicamentos conocidos ni las últimas armas de tratamiento, tanto en radioterapia como en Cirugía.
6. ¿Está aumentando la aparición de cáncer? SI
El cáncer es conocido ya en la prehistoria como se observa en fósiles conservados de animales. En nuestros días la incidencia sigue aumentando sobre todo porque la población alcanza más edad y con ella la posibilidad de un error no controlado en una célula aumenta. Si bien es verdad que se han eliminado muchas sustancias químicas relacionadas con el cáncer como los asbestos presentes en las antiguas tuberías o techos, por otra parte segmentos de población han adquirido hábitos relacionados con el cáncer como ocurre con la incorporación de las mujeres al hábito de fumar.
Los accidentes radioactivos han aumentado la incidencia de cáncer en regiones específicas como en Chernobyl y está por ver qué ocurrirá en Japón en el futuro.
Los tumores más frecuentes en el hombre son los de pulmón, colon y recto, próstata, mientras en la mujer los más habituales son los de colon y recto, mama y ginecológicos.
7. ¿Es el cáncer una enfermedad hereditaria? NO
Como enfermedad en su conjunto el cáncer no puede considerarse como hereditario, aunque en algunos casos si puede existir un gen que se transmite y origina acumulo de tumores en una misma familia. Esto suele ocurrir en un porcentaje de los casos de cáncer de mama, de próstata o de colon y recto. Cuando en una familia aparece más de un cáncer, sobre todo de los enumerados antes, y la edad de aparición es temprana es decir se da en sujetos jóvenes (menos de 50 años) puede pensarse que existe un componente hereditario. Hoy en día es posible acudir a las Unidades de Consejo Genético donde se estudia todo el árbol familiar y se determinan los genes que pudieran estar implicados en la aparición de cáncer en esa familia.
8. ¿Puede prevenirse el cáncer? SI
Hay dos grandes enfoque para prevenir el cáncer, una es la PREVENCIÓN PRIMARIA que consiste en evitar las situaciones, sustancias, hábitos de vida etc. que se asocian a un incremento en el riesgo del cáncer, y otra es la PREVENCIÓN SECUNDARIA que consiste en intentar detectar un tumor en una fase muy precoz de forma que el tratamiento ya sea con cirugía o cualquier otro medio sea totalmente efectivo, pero para ello el tumor en concreto debe ser de los que tiene un crecimiento progresivo es decir que no es explosivo de entrada sino que sigue una cadena de pasos desde su inicio hasta que se hace visible o detectable y produce síntomas en el individuo.
9. ¿Hay medidas concretas de prevención? SI
Prevención Primaria, es decir evitar la exposición a sustancias o hábitos que favorecen el cáncer como serían:
. Suprimir el tabaco: influye en cáncer de laringe, pulmón, páncreas y cuello de útero en la mujer.
. Disminuir o restringir la toma de grasas animales: su exceso se asocia, aparte de a problemas cardiovasculares, a un tumor tan frecuente y emergente hoy en día como el de próstata.
. Disminuir las calorías diarias o “gastar” más con la actividad física: la obesidad sobre todo en la mujer favorece la producción de estrógenos en la grasa y estos aumentan el riesgo de tumores como el de mama y sobre todo del útero.
. Ingerir más verduras y frutas en relación a la carne, ya que facilita la higiene del colon y disminuye el riesgo de cáncer de colon
. Disminuir la ingesta de alcohol que se ha asociado a un aumento de la incidencia de cáncer de mama y sobre todo cáncer de toda la zona de boca y garganta.
Prevención secundaria, es decir medidas para detectar un tumor en un período inicial. Estas medidas han demostrado su eficacia en:
. Cáncer de cuello de útero: la exploración y citología del cuello de útero permite detectar esta enfermedad en un período curable totalmente.
. Mamografía en cáncer de mama: si bien a nivel individual las mujeres se realizan esta prueba con frecuencia, sólo ha demostrado que influye para detectar el tumor inicialmente en el grupo de edad desde los 49 a los 60 años. En el resto de edades una palpación frecuente de la mama por la propia mujer es uno de los métodos de detección más fiables.
. Colonoscopia: no hay medidas establecidas como campañas para hacerla en la población, pero como recomendación debería hacerse una colonoscopia a partir de los 50 años o antes si hay antecedentes de cáncer de colon o recto en la familia.
.PSA y próstata: hoy en día casi todos los varones tienden a hacerse esta analítica, pero el hecho es que la determinación aislada puede dar lugar a problemas de interpretación, sobre todo cuando el tacto rectal es normal, ya que el PSA puede estar elevado sin tumor, como ocurre en la hipertrofia de la próstata, y al revés un PSA negativo no garantiza que no haya un tumor microscópico.
10. ¿Hay vacunas contra el cáncer? SI
La inmunidad, es decir las defensas del propio individuo pueden servir para controlar las células cancerosas, sobre todo si ya están estimulas previamente antes de la aparición del cáncer. Por eso se están desarrollando vacunas que preparan a las células de defensa, linfocitos, para luchar contra un tumor si apareciera. Así ocurre con la vacuna para la hepatitis B que ha disminuido la aparición de cáncer de hígado en zonas donde era muy importante como en China o África.
Recientemente han aparecido vacunas contra el cáncer de cuello de útero. Los estudios realizados tras administrarla a niñas a partir de los 13 años han demostrado una disminución (no desaparición) de la aparición de estos tumores, por eso su utilización se recomienda a partir de esta edad cuando aún no ha habido exposición sexual al virus del papiloma transmitido por el varón.
11. ¿Sirven otras medicinas aparte de la “oficial” o hay “milagros” en el cáncer? SI
En los últimos años algunas sustancias procedentes sobre todo de la Medicina China han demostrado su utilidad para tratar un tipo de leucemia. Por otra parte si existen los milagros en el sentido de que un tumor puede desaparecer sólo sin tratamiento, es un proceso raro poco frecuente, relacionado con la inmunidad del propio individuo y que puede ocurrir en tumores como melanoma o cáncer de riñón.
En RESUMEN la receta para prevenir o disminuir la aparición de cáncer podría en este momento ser la siguiente:
Evitar el hábito de fumar
Evitar uso de alcohol de alta graduación unido a tabaco
Hacer una dieta sin exceso de calorías ni de grasas de origen animal con alto porcentaje de frutas y verduras
Realizar ejercicio físico
Tener una actitud positiva ante la vida , ya que se ha demostrado conexiones entre estados de ánimo e inmunidad
Vacunarse contra la hepatitis B y vacuna del papiloma en niñas a partir de 13 años.
Articulo Escrito por el Dr. Lorenzo Alonso Carrión
Jefe de la Sección de Oncología del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga.
Boletín Expaumi nº 20
Depósito Legal: MA-1.897-07
ISBN-10:84-695-3071-2
ISBN-13:978-84-695-3071-9
por lunaexpaumi | 1 de diciembre de 2013 | Consejos de Salud
DIETA CARDIOSALUDABLE
¿QUÉ ES DIETA?
Es importante conocer el significado correcto de dicho término así como sus diferentes connotaciones de cara a hacer un uso correcto del mismo. Si pensamos en los orígenes de la palabra dieta dicha procede del latín diaeta, y ésta a su vez del griego jiaita, que significa “régimen de vida”. Por tanto “Dieta Cardiosaludable” o dieta en términos generales, no significa régimen de adelgazamiento o privación del comer, si bien son otros de los significados que también presenta esta palabra. Es más, en la población enferma dieta se entiende como aquel régimen que se manda observar a los enfermos convalecientes en el comer y beber y por extensión esa comida y bebida (DIETOTERAPIA), según aparece recogido en el Diccionario de la Real Academia Española.
Luego DIETA EQUILIBRADA, se define como el conjunto de sustancias que se ingieren habitualmente como alimento y que nos permiten mantener un adecuado estado de salud y una capacidad de trabajo. Como características de ella destacan: ser variada, completa, equilibrada, suficiente y adecuada a las características del sujeto e inocua.
DIETA CARDIOSALUDABLE. CARACTERÍSTICAS
Como en muchas otras patologías crónicas, hoy por hoy cada vez son más numerosas las evidencias que ponen de manifiesto la importancia de la dieta como una parte más a considerar dentro del tratamiento terapéutico y general de cualquier patología. La enfermedad cardiovascular es un buen ejemplo de ello. En esta patología la base de la dieta, a la que denominamos “Dieta Cardiovascular o de Protección Cardiovascular”, es la dieta mediterránea, con las modificaciones que requiere cada paciente de manera totalmente individual, y por supuesto, teniendo en cuenta sus características antropométricas y la/las patología/as que curse junto a la afección cardiaca. Por tanto no se trata ni existe una dieta que sea especial y específica frente a la patología cardíaca, sino que se trata de una dieta sana y equilibrada cuyo máximo exponente en la actualidad es la Dieta Mediterránea, tal y como ha sido reconocida por organismos internacionales.
Como se sabe, la dieta tradicional de los países de la cuenca mediterránea, se ha visto influenciada por diversas culturas durante miles de años, y beneficiada por las características geográficas de la zona de comercio marítimo. El concepto de dieta mediterránea y su beneficio para la salud, está actualmente reconocido, gracias a múltiples estudios epidemiológicos, que comenzaron a raíz del estudio de los siete países, base científica que atribuyó virtudes saludables a la dieta mediterránea, puesto que los resultados mostraron un menor índice de mortalidad, principalmente por accidentes cardiovasculares, en las poblaciones desarrolladas alrededor de esta área.
La tradicional dieta mediterránea reúne bajo sus características todos los alimentos recomendados para prevenir la enfermedad cardiovascular o reducir su morbi-mortalidad, como son: un consumo elevado de aceite de oliva, frutas y vegetales frescos, legumbres, cereales y pescado, y por otro lado, una baja ingesta de carnes y grasas saturadas, azúcares simples y lácteos, así como por una ingesta moderada de alcohol. Esto implica desde el punto de vista nutricional un mayor consumo de grasas insaturadas y menor de saturadas, más alimentos naturales con más fibra y sustancias antioxidantes, y una menor ingesta de proteínas y azúcares refinados.
Existen múltiples formas de representar las características fundamentales de una dieta. Una de estas es en forma de pirámide (Figura 1.):
Figura 1:Pirámide de la alimentación saludable basada en la Dieta Mediterránea. En ella se reúnen las fuentes alimentarias más destacables con las reseñas sobre la frecuencia de consumo recomendadas.
En el último siglo la dieta habitual de los países mediterráneos se ha visto modificada notablemente, debido al cambio en los estilos de vida, y a las grandes presiones comerciales que lleva implícita la globalización del mundo actual. El resultado ha sido una importante modificación de la dieta tradicional y sus patrones de ingesta, que han pasado a ser patrones típicos de países industrializados occidentales, con una importante ingesta de alimentos de origen animal (carnes y productos lácteos), y un consumo más bien bajo de alimentos vegetales (frutas, hortalizas, cereales y frutos secos). Este patrón desequilibrado se caracteriza por una ingesta alta de grasas saturadas y azúcares refinados, y baja de fibras y micronutrientes. Esto se ve complementado con la actual influencia del consumo de alimentos “enriquecidos” y suplementos dietéticos con los que se trata de compensar las carencias vitamínicas y minerales, muy presentes en la población actual de estos países.
Como ya se hizo referencia, la dieta mediterránea se puede considerar el “prototipo de dieta” en la prevención de enfermedades cardiovasculares, así como un estándar básico para una dieta equilibrada y saludable, para la población general, a fin de lograr una mayor expectativa de vida y reducir el riesgo cardiovascular. Son múltiples las evidencias científicas que confirman esta recomendación lo cual ha llevado a que se encuentre en las principales directrices nutricionales de sociedades internacionales como la del corazón, la diabetes, etc.
PAPEL DE LA DIETA COMO PARTE DEL TRATAMIENTO DE UNA ENFERMEDAD
De acuerdo a la aclaración acerca del concepto real de dieta, recogida en las líneas superiores, es que ésta cada vez adquiere una mayor relevancia e importancia como parte del tratamiento integral de la situación de enfermedad.
Como es sabido en la sociedad actual, cada vez más, la prevalencia y el nº de enfermedades, la mayor parte de ellas crónicas, está aumentando con el paso de los años, frente a las cuales el tratamiento adecuado puede ser clave no solo para su prevención, sino también para revertir y mantener la mejor calidad de vida posible en la población afectada.
De todas ella y siendo la enfermedad cardiovascular (protagonista del presente capítulo), una de las responsables y primera causa de muerte en nuestro entorno, es de destacar al respecto, que tanto los hábitos como el estilo de vida “occidentales” se han implicado en la génesis del problema. La dieta es uno de los condicionantes fundamentales de esta enfermedad. El alto contenido en grasas saturadas, azucares refinados y la escasez de productos frescos como frutas o verduras son muy frecuentes en los patrones dietéticos más recientes en el primer mundo.
El poder de la dieta para corregir o ayudar a controlar los componentes y factores de riesgo cardiovascular es crucial. La diabetes, la obesidad y las dislipemias (colesterol y triglicéridos) tienen siempre como tratamiento coadyuvante el consejo terapéutico y la intervención nutricional. En el seno de la prevención y tratamiento de la enfermedad cardiovascular son múltiples los trabajos científicos que avalan la eficacia de las modificaciones nutricionales.
En todo momento es necesario marcar un objetivo personalizado con el paciente (un porcentaje de pérdida de peso necesario y unas modificaciones en los hábitos dietéticos, que se mantendrán en el tiempo, por encima de dietas restrictivas y cerradas, que agotan al paciente y tienen un tiempo límite de seguimiento).
El reparto calórico diario es fundamental, para llevar una dieta equilibrada, que se adapte a los requerimientos nutricionales de cada sujeto (en función del metabolismo basal, el grado de actividad física realizado y el grado de sobrepeso u obesidad). El desayuno es fundamental, proporciona la energía necesaria para empezar el día, y junto con realizar 5 o 6 comidas al día, ayuda a no picar entre horas, a controlar el apetito y a lograr la pérdida de peso pactada.
El reparto del contenido calórico diario, ha de ser:
Inclusive puede incluirse una recena (por ejemplo un vaso leche/infusión).
IMPORTANCIA DE LA HIDRATACIÓN
Otro aspecto a cuidar y tener presente de cara a la buena situación nutricional y balance hidroelectrolítico, es un correcto y adecuado aporte de fluidos al organismo. El agua pese a ser insípida, inodora e incolora, no podemos olvidar que es un nutriente más que debemos aportar en la cantidad suficiente, y sin embargo en muchos casos queda relegada a un segundo plano o bien se buscan bebidas alternativas, sustitutivas a ella, que únicamente nos aportan un “extra” innecesario de azúcares y en definitiva de calorías, es el caso de los refrescos, zumos envasados… con el alto contenido en azúcares que contienen, los cuales acaban transformándose en grasa.
Es importante tener siempre presente cuál es el porcentaje de agua que constituye nuestro organismo (figura2) y más aún no olvidar la importante función que los líquidos (el agua), desempeña a nivel interno (mantenimiento y ósmosis celular, componente del plasma sanguíneo, transporte de solutos, intervienen en el mecanismo de la bomba sodio-potasio, contribuye a la homeostasis y función renal…). Además, ayuda a prevenir situaciones límites como la deshidratación, hipo-hipernatremia, hipovolemias… con los desequilibrios y riesgo que ello conlleva.
Figura 2. Porcentaje de agua en el organismo según la edad
-
75% en bebes
-
60% en adultos
-
50% en mayores
Las recomendaciones mínimas oscilan entre los 2-2,5l/día de liquido, preferentemente agua o en su caso infusiones y zumos naturales de fruta. Si vienen a través de nuestra alimentación diaria, con los alimentos (todos en general aunque algunos destacan por su mayor porcentaje, como es el caso de verdura o fruta), contribuimos a este aporte de de líquidos al organismo, ya que nos aportan entre 1-1,2l de agua; el resto de los requerimientos hasta alcanzar esos 2,5l diarios, han de ser proporcionados de forma complementaria con nuestra ingesta de líquidos como tal.
BINOMIO DIETA Y EJERCICIO
Paralelamente a la mejora y cambio en los hábitos alimenticios es crucial que la población se conciencie de la realización de ejercicio físico diario, como un elemento más para la consecución de hábitos de vida saludable. El ejercicio es un factor clave, no sólo para lograr la pérdida de peso necesaria, si no lo que en muchos casos es aún más importante, para su mantenimiento a largo plazo. Pero además de ello, los efectos beneficiosos derivados de la práctica de ejercicio físico aeróbico, van más allá de lo anteriormente comentado, y sin duda contribuyen a una mejor evolución del paciente:
– Activa la circulación sanguínea, por tanto aumenta el flujo sanguíneo al músculo del corazón.
– Disminuye las resistencias periféricas, por lo que disminuye la tensión arterial. Mejora la oxigenación de los tejidos.
– Disminuye el tono simpático, disminuyendo así la frecuencia cardíaca y la aparición de arritmias malignas y de muerte súbita.
– Favorece un mejor control de los factores de riesgo cardiovascular.
– Disminuye la ansiedad y depresión.
– Mejora la calidad de vida con una vida más activa y productiva.
– La recomendación mínima de ejercicio físico diario es caminar durante 30 minutos.
OBJETIVOS DE LA INTERVENCIÓN NUTRICIONAL EN PACIENTES CON PATOLOGÍA CARDIOVASCULAR
El planteamiento del los programas de rehabilitación cardiaca integra una gran variedad de aspectos enfocados todos a la atención al paciente con patología cardiaca. La evaluación nutricional de estos pacientes, entre otros, es un factor fundamental de tales programas. La rehabilitación nutricional, tiene como objetivo corregir o crear hábitos nutricionales cardiosaludables. En este sentido, el conocimiento de los hábitos nutricionales individuales es un factor crucial para planificar las modificaciones en la dieta que son necesarios. Aunque existen características globales de la dieta mediterránea cardiosaludable que serian aplicables a la totalidad de pacientes (aspectos éstos en los que se centra la educación grupal), los objetivos individuales de cada paciente debe ser tenidos muy en consideración. De forma individual tendremos que marcar una serie de metas individuales dirigidas a sus patologías; diabetes, obesidad, dislipemia, etc.
En la valoración nutricional de los pacientes deberemos considerar la realización de una historia clínica dirigida a la patología metabólica presente, una historia nutricional de hábitos alimentarios y una exploración clínica que resalte los principales aspectos nutricionales.
En el contexto de esta patología cardiovascular, la dieta frecuentemente juega un papel de factor “en exceso” como en obesidad, diabetes o dislipemia, pero no debemos olvidar que la patología metabólica crónica frecuentemente oculta déficits nutricionales como fibra, micronutrientes (calcio, yodo) y también revela un bajo consumo de sustancias potencialmente beneficiosas para su patología como son los antioxidantes.
Del mismo modo y como parte de dicha valoración nutricional se tendrán en cuenta también otros aspectos que influyen en el riesgo nutricional y nos aportan información al respecto:
– Medidas antropométricas (peso, la talla y el perímetro de la cintura). Insistir en el cálculo del índice de masa corporal (IMC) y proponer mantenerlo por debajo de 24 kg/m2. Parece que hay una mayor correlación de riesgo cardio- metabólico con el diámetro de la cintura (obesidad central), aunque los valores absolutos de esta medida son más difíciles de estandarizar de forma universal. Se plantea como objetivo un perímetro menor de 102 cm en los varones y de 88 cm en las mujeres. El análisis de los datos del estudio Interheart demuestran que el hecho de tener una obesidad abdominal (medida en este estudio mediante la relación cintura/ cadera) duplica el riesgo de tener un infarto de miocardio con respecto al grupo control sin obesidad abdominal, ajustando para edad, sexo y hábito de fumar
– Parámetros de composición corporal (masa grasa, masa magra y agua corporal)
– Parámetros analíticos
CONCLUSIONES
Es importante que la sociedad y el sistema sanitario en general, conozca la importancia de tener unos buenos hábitos alimenticios así como apueste por la abordaje nutricional como una parte más del tratamiento terapéutico del paciente en su totalidad. Es sabido y se dispone de multitud de información que constata la importancia de la buena alimentación y hábitos de vida saludables, así como de los efectos positivos de un mejor estado nutricional de cara a la evolución de la enfermedad.
Inteligencia y puesta en práctica de toda la información que tenemos a nuestro alcance, así como voluntad, constancia y esfuerzo hasta lograr el cambio de hábitos alimenticios, son elementos claves para ello.
Articulo Escrito por Gracia Mª Casado Fernández
Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga.
Boletín Expaumi nº 20
Depósito Legal: MA-1.897-07
ISBN-10:84-695-3071-2
ISBN-13:978-84-695-3071-9